jueves, 9 de junio de 2011

Leyendas de Granallas

La Santusebia


            Hace muchos años, en Granallas, vivió una niña llamada Eusebia con sus padres.


            Un día Eusebia se enfermó de una grave enfermedad conocida como “lepra”, sus padres sin saber que hacer, la llevaron donde sus abuelos para que la cuidaran.


            Sus abuelos tampoco sabían como cuidarla y por el temor de contagiarse con la enfermedad, decidieron llevarla a una cueva ubicada en las orillas del cerro. A ese lugar sus abuelos iban todos los días para llevarle agua y comida, haciéndolo por mucho tiempo.
 

            Un día, en pleno invierno, hubo un gran temporal, de mucha lluvia y viento, él que provoco inundaciones y deslizamientos de tierra. Asustada Eusebia se refugió en la cueva, esperando que pasara el temporal, pero la lluvia caía con insistencia y sin detenerse. Pasaron muchas horas hasta que Eusebia sintió un fuerte ruido, un temblor en el cerro y en un instante se produjo un derrumbe que dejó encerrada a la niña.


            Cuando pasó el temporal, sus abuelos corrieron apresurados a ver a Eusebia, encontrando el acceso a la cueva tapado con barro y una enorme roca. En vano intentaron quitarla, pidieron ayuda pero a pesar de todo no lograron liberarla.
 

            Desde ese día la gente de Granallas deja flores y velas en el lugar donde murió la niña. Algunos creen que concede milagros y deseos por lo que se le conoce como “La Santusebia” (La Santa Eusebia).

             Dicen que una noche un campesino que regaba un potrero al lado del estero vio que  salía hacia el cielo un ángel blanco del lugar donde murió la Santusebia.



Creación colectiva estudiantes Quinto y Sexto Básico
Escuela Gastón Ormazábal C.
Agosto 2010.

Profesor: Jorge Pulgar Verdejo.
Proyecto de rescate de historias locales y la cultura local.

La Piedra Mataniño.

            Muchos años atrás, cuando nosotros aún no nacíamos, vivía en Granallas, en el sector “El Cabrero”, una familia compuesta por el papá, la mamá y sus dos hijos.

            La familia se dedicaba a criar cabras y todos trabajaban en ello, por lo que los niños cooperaban con el cuidado de los animales en el cerro.

            Un día en que llevaron las cabras al cerro, los niños encontraron una piedra muy grande en la que decidieron jugar, sin darse cuenta de lo peligroso que era. Rápidamente subieron la piedra pero al llegar a la cima el menor de los hermanos resbaló quedando colgando. El hermano mayor asustado se apresuró a ayudarlo, lo tomó de una mano sin poder afirmarse y al no tener mucha fuerza cayeron ambos al vacío, sufriendo una muerte instantánea.

            Al anochecer como no llegaron a casa los niños, sus padres los buscaron por todos lados, encontrándolos muertos a los pies de la roca.
             Desde ese día el lugar se conoce como “La Piedra Mataniño” recordándoles a los niños del sector acerca de lo peligroso que es jugar ahí.

Creación colectiva estudiantes Quinto y Sexto Básico
Escuela Gastón Ormazábal C.
Agosto 2010.
Profesor: Jorge Pulgar Verdejo.
Proyecto de rescate de historias locales y la cultura local.

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